¿Puede resultar perjudicial que se paralice la justicia como ya ocurriera con el decreto del primer estado de alarma?
Tal y como han manifestado las Asociaciones Judiciales, y más concretamente, El Consejo General de la Abogacía, la Asociación Profesional de la Magistratura, la Asociación Francisco Vitoria, la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia y el Foro Judicial independiente, sería un gran perjuicio, entendiendo que deberían buscarse alternativas para evitarlo.
Así, la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, ha señalado que:
“No puede justificarse en modo alguno ninguna limitación del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, entre otras cosas, porque no está contemplada en el Real Decreto 926/2020" por el que se decreta el nuevo estado de alarma.”
La Asociación de Fiscales ve necesario "Aprender del camino recorrido" para "Evitar por todos los medios que un Poder del Estado, el Judicial, sea desactivado", todo ello "No solo como garante de los derechos de todos los ciudadanos sino como control de la actuación de los otros dos poderes del Estado".
En opinión de las Asociaciones Judiciales: “Existen medios adecuados para que la Justicia funcione con normalidad y con garantías tanto para los usuarios de este servicio público esencial como para los que trabajan en ella, gracias a la inversión en nuevas tecnologías y a las medidas preventivas.” Refiriéndose al uso de medios telemáticos, de mascarillas y distancia social.
Por parte de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, se ha advertido al Consejo General del Poder General que "El funcionamiento de la justicia es manifiestamente mejorable, de modo que, si a su situación endémica se suma una paralización, el panorama sería desolador….Es preciso conjugar el funcionamiento de la justicia, en esta situación de pandemia, con seguridad en el trabajo, con prevención efectiva de riesgos laborales para los que trabajamos en los Juzgados y Tribunales, así como asegurando unas condiciones seguras para cualquier ciudadano que acude a la justicia esperando una respuesta de ella".
La adaptación a las nuevas circunstancias puede resultar difícil, pero tras varios meses parece que se está consiguiendo que, con los medios adecuados, se puedan ir solventando los problemas y resolviendo los procedimientos judiciales sin necesidad de que se vuelva a sufrir el tan temido parón.